APRENDIENDO inevitablemente

Tenía una cita, y llegué con 10 minutos de antelación, como es de recibo siendo yo la convocante de la reunión. Me llamó la persona a la que esperaba para decirme que se retrasaría al menos 45 minutos. Tengo la costumbre de llevar un libro en el bolso para estas ocasiones, pero ese día no lo llevaba. No tenía nada que repasar, la reunión ya la tenía preparada y la sensación de espera se tradujo para mí en que tenía por delante un magnífico “tiempo libre” que tanto añoro.

Encendí el móvil y casi instintivamente me puse a jugar al tetris, esa era la lección  que tenía que aprender en ese preciso momento, además de todo me di cuenta de que para aprender sólo lo tienes que necesitar, las lecciones se presentan solas,.....

Jugando al tetris aprendí que…..

• Si Juegas Ganas.
• Si te Rindes Pierdes. (Es el único caso en el que se pierde)
• El éxito es cuestión de tacto (hay que tenerlo para cambiar la ficha de postura) y de no perder la atención.
• Si tienes paciencia acaba saliendo la ficha que necesitas.
• Si piensas que no va a salir no sale.
• Cada línea (cada día) es un volver a empezar, otra oportunidad de seguir jugando y ganando.
• Cuando están las filas organizadas las piezas se colocan solas.
• Si te equivocas puedes rectificar, y no desperdiciar la oportunidad de darte cuenta de por qué esto ha sucedido, (falta de atención, impaciencia, falta de motivación, falta de confianza…).
• Analizas y corriges a partir de las equivocaciones. Sigues jugando no se puede parar.
• Si piensas, te despistas y se complica.
• Si tú no quieres no juegas, puedes dejar de hacerlo cuando tú lo decidas.
• Si el juego es para dos, hay que saber jugar a TODOS GANAN.
• El Maestro, tiene la paciencia necesaria para que los otros jugadores aprendan las reglas del juego y aprendan a jugar. Con tiempo compartirán amenas partidas.
• Los jugadores antes de empezar la partida tienen que saberse las normas del juego, eso es cosa de cada uno, estudiarse las reglas y esforzarse para hacerlo nadie lo puede hacer por ti.
• Si se acaba la partida siempre puedes empezar otra, siempre hay otra oportunidad de empezar y de ganar.
• Cuando en una partida se complica demasiado y ya no tiene arreglo, el esfuerzo ya no está justificado es mejor empezar de nuevo. Hay que ser valiente para afrontar los cambios. Es otra vez una oportunidad de empezar a jugar, de renacer.

¡Esta partida también ha merecido la pena!

Gracias por jugar conmigo.