viernes, 8 de octubre de 2010

SOMOS IGUALES CUANDO NOS ACEPTAMOS DIFERENTES

Aquel día que tuve que explicar a mi hija que la igualdad no significaba que las chicas tenían que jugar al fútbol, ni que el color rosa era igualmente válido para los chicos o para las chicas, argumento este último que ella defendía (aleccionada), en base a que una camisa rosa podía llevarla un chico y que no había nada extraño en ello, yo tranquila pregunté a mi hija, ¿y si tu amigo Manuel te dijera que ayer estuvo de compras con su madre y se compró las sábanas para su cama de color  rosa), ella rió con inocencia y dijo.... "no hombre mamá eso no"....
por eso, aquél día también escribí para ella...

Ayer me mandaron escribir sobre la igualdad para un concurso que hay en mi colegio, después de todo lo que nos contó aquella monitora que nos hablaba sobre la igualdad entre hombres y mujeres, nos pidió que relatásemos cómo sucedían las cosas en nuestros hogares, para que nos diéramos cuenta de las diferencias.

Yo que lo que había intentado entender es que lo bueno era que fuéramos iguales, me decidí a escribir sobre la igualdad no sea que me fueran a suspender….., y además lo hago con la ilusión de ganar el primer premio.

TÍTULO
EN MI CASA SOMOS IGUALES
PORQUE MIS PAPAS SABEN QUE SON DIFERENTES.

Mis papás saben que tienen objetivos diferentes, sus motivaciones son diferentes, se emocionan de diferente manera, se expresan también diferente y se aman diferente, pero lo bueno es, que se aman y nos aman, por eso en mi casa somos iguales, simplemente porque somos diferentes, os lo cuento.

Como mi papá sabe que mamá cocina muy bien, deja que ella cocine sin exigírselo, y mamá lo hace con amor infinito, pero cuando papá cocina, mamá le deja que cocine, porque él también lo hace muy bien. Mamá no se pone a dar saltos de alegría cuando papá cocina y así papá no se siente intimidado ni un bicho raro.
Por eso en mi casa somos iguales, porque papá y mamá se respetan serenamente cuando el otro cocina y lo hacen igual de bien, aunque cocinan platos diferentes.

Cuando papá arregla un enchufe, no hacemos fiesta en casa, es algo natural, mamá se alegra de que papá tenga las cosas arregladas, igual que él se alegra, de que mamá cosa los botones de sus camisas, pero no es nada especial, lo hacen así, naturalmente porque eligen para aportar al equilibrio del hogar, hacer aquello que les resulta más fácil.
Por eso mis papás son iguales porque eligen hacer las cosas que saben hacer mejor cada uno, eso sí, son cosas diferentes.

Mamá es la que se levanta por las noches a arroparnos siempre que nos oye, cuando no nos oye ella porque está muy cansada siempre nos oye papá y también se levanta. Ocurre también que papá hay días que está muy cansado y es mamá la que se levanta porque el no nos oye, pero nunca les he oído discutir por ello, sólo decir con alegría que les gusta darnos mimos por  la noche cuando se lo demandamos, que es un auténtico placer y que quieren disfrutar en presente de nosotros.
Por eso mis papás son iguales, porque disfrutan de nosotros de igual manera por las noches.
Mi mamá se encarga de comprarnos la ropa, ella siempre ha estado más enterada de lo que se lleva y de cómo combinan los colores, a papá eso le cuesta más, pero mamá nunca le ha pedido que lo haga y … ahora que lo pienso, papá siempre lleva el coche al taller porque le encanta la mecánica y  mamá odia ir al taller, papá nunca le ha pedido a mamá que lleve el coche al taller.
Por eso mis papás son iguales, porque saben que son diferentes y se reparten las cosas en la medida que más les gusta.

Cuando voy a la compra me gusta ir con papá o con mamá porque los dos hacen la compra con alegría, eso si, a papá no le hace falta llevar la lista y a mamá si, pero eso no importa, los dos hacen la compra.

A mi papá no le gusta contar sus problemas a mamá porque piensa que es mejor no preocuparla, y porque sabe que lo único que necesita es estar solo y poder pensar en silencio para que todo se arregle, mamá le respeta en sus silencios.
A mamá sin embargo la encanta contarlo todo, los problemas y lo que no son problemas, papá la escucha atento aunque no la entienda, y la da muchos mimos que es lo que ella siempre necesita, aunque a papá no le gusta hablar, respeta a mi mamá siempre que habla, escuchándola.
Por eso mis papás son iguales porque se respetan en sus maneras diferentes de expresarse.

Cuando me caigo, mamá casi siempre grita y va corriendo a socorrerme, papá casi siempre no grita e igualmente va a socorrerme. Mamá nunca le ha pedido a papá que grite, y papá siempre calma a mamá cuando grita para que se tranquilice, a ella le encanta que lo haga.
Por eso papá y mamá son iguales, porque reaccionan de forma diferente pero no se exigen cambiar entre ellos.

Y como en este trabajo hay que decir lo que hace cada uno de nuestros papás en sus trabajos, y aunque a mi esto tampoco me importe demasiado, mi mamá tiene una empresa con 25 trabajadores, es la jefa de la empresa, ella la creó con otros amigos que supieron aceptar que ella debía de ser la más jefa de todos porque era mejor, pero en la empresa de mi mamá se quieren todos mucho y son muy felices.

Mi papá trabaja en una empresa de fontanería. El no es el jefe, pero ha elegido trabajar sólo por las mañanas para poder estar en casa cuando lleguemos del colegio, y así lo hace. La jefa de mi padre no debe de ser tan buena como mi madre, porque en la empresa de mi padre, no están contentos como en la de mi madre.
Sin embargo las dos son jefas y son mujeres,
 no se por qué, tiene que ser tan diferente.

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